La cirugía de cataratas consiste en extirpar el cristalino opaco (situado en la parte delantera del ojo) y sustituirlo por un cristalino artificial transparente. La mayoría de las cirugías de cataratas tienen mucho éxito a la hora de restaurar la visión y mejorar otros síntomas relacionados con las cataratas (es decir, la disminución de la visión seguida de la disminución del contraste, que requiere más luz para leer). Aunque es eficaz y es una cirugía relativamente rápida, indolora y de bajo riesgo, hay un proceso de preparación y recuperación. Además, como ocurre con cualquier cirugía, hay que conocer las posibles complicaciones.
La cirugía de cataratas es un procedimiento quirúrgico electivo realizado por un oftalmólogo (especialista en ojos) en un centro quirúrgico ambulatorio o en un hospital.
Durante la cirugía de cataratas, el cristalino nublado del paciente se rompe en pedazos y se extrae. A continuación, el cirujano sustituye el cristalino extirpado por uno artificial denominado implante intraocular o LIO.
Dado que la cirugía de cataratas se realiza con anestesia local, los pacientes se van a casa tras la intervención; no necesitan pasar la noche en el hospital. Aunque la cirugía en sí suele durar menos de 30 minutos, los pacientes pueden esperar estar en el centro u hospital durante varias horas, debido a los controles preoperatorios y a la recuperación postoperatoria.
Si una persona tiene cataratas en ambos ojos, suele someterse a una operación a la vez, generalmente con unas semanas de diferencia. Esto se hace para minimizar cualquier posible complicación y dar al primer ojo operado el tiempo adecuado para sanar.
Las cataratas son raras en los niños, pero pueden tratarse con cirugía bajo anestesia general.
Existen algunas técnicas principales de cirugía de cataratas. Su cirujano elegirá la mejor para su intervención en función de factores como el tamaño y la ubicación de la catarata.
La facoemulsificación es la técnica más habitual para eliminar una catarata. Con esta técnica, el cirujano utiliza una cuchilla quirúrgica para hacer una pequeña incisión (de entre 2 y 3 milímetros) en la córnea. A continuación, se realiza otra incisión en la cápsula (la bolsa limpia y fina que contiene el cristalino). Mediante un proceso denominado facoemulsificación, se coloca un dispositivo de ultrasonidos a través de la incisión, que emite ondas sonoras altamente focalizadas en el ojo para romper el cristalino nublado (la catarata) en trozos diminutos.
A continuación, se retiran los trozos del cristalino mediante una suave succión de un aspirador acoplado al dispositivo. En este momento, se puede introducir la lente artificial en la cápsula. La incisión se cierra con un líquido especial; normalmente no se necesitan puntos de sutura.
Para resumir, los oftalmólogos suelen explicar la cirugía de cataratas tradicional así: Piense en un caramelo M&M dentro de un ojo: el objetivo es crear una abertura en la cáscara superior, sacar el chocolate oscuro y turbio, y luego colocar una lente entre las dos cáscaras.
Esta es una técnica menos utilizada y consiste en que el cirujano haga una incisión más grande (10 mm) en el ojo para extraer el cristalino en una sola pieza. Se puede utilizar la succión si quedan trozos adicionales. Al igual que en la facoemulsificación, una vez extraído el cristalino, se puede colocar una LIO. La incisión se cierra con varias suturas o puntos.
Este procedimiento consiste en extraer todo el cristalino y la cápsula a través de una gran incisión. Esta técnica puede dar lugar a más complicaciones y a una curación más lenta que las cirugías que implican una incisión más pequeña.
La cirugía de cataratas asistida por láser consiste en utilizar una imagen de tomografía de coherencia óptica para ayudar al cirujano a crear incisiones láser precisas y específicas en la córnea y la cápsula. A continuación, el láser ablanda la catarata y la rompe en pequeños trozos.
Una vez retiradas las piezas, se puede implantar una nueva lente intraocular en la cápsula.
La cirugía de cataratas con láser también puede corregir simultáneamente una afección ocular denominada astigmatismo.
Aunque se necesita más investigación, no parece haber una diferencia importante en la seguridad o los resultados visuales al comparar la cirugía de cataratas tradicional con facoemulsificación con la cirugía de cataratas con láser.
Aunque no hay contraindicaciones absolutas para someterse a una operación de cataratas, las posibles son:
Todas las cirugías conllevan algunos riesgos o complicaciones potenciales, y la cirugía de cataratas no es una excepción. Dicho esto, estas complicaciones son en general muy preventivas y muchas de ellas pueden abordarse si se tratan con prontitud. Las complicaciones de la cirugía de cataratas incluyen:
El objetivo general de la cirugía de cataratas es sustituir el cristalino opaco de una persona por uno transparente y artificial para mejorar su visión.
La cirugía de cataratas está indicada sobre todo cuando las cataratas y los síntomas visuales asociados a ellas afectan negativamente a la capacidad de una persona para realizar funciones cotidianas, como leer o conducir.
Con menos frecuencia, la presencia de otra afección ocular, como la retinopatía diabética o la degeneración macular, puede ser una indicación para la cirugía de cataratas. Esto se debe a que la eliminación de la catarata puede ser necesaria para que la otra afección ocular pueda visualizarse y tratarse adecuadamente.
Si usted y su profesional médico están considerando la posibilidad de operarse de cataratas, se le harán varias pruebas de diagnóstico, como una prueba de refracción, un examen con lámpara de hendidura y una tomografía de coherencia óptica (OCT).
Estas pruebas permiten a su profesional médico conocer a fondo su función visual, buscar enfermedades oculares coexistentes que puedan afectar a su candidatura o complicar la cirugía, y determinar la potencia refractiva (de enfoque) de su lente artificial.
Una vez que usted y su oftalmólogo hayan tomado la decisión de seguir adelante con la cirugía de cataratas, y hayan completado todas las pruebas preoperatorias y revisado a fondo todos los riesgos potenciales, puede empezar a prepararse para la cirugía.
La preparación para la cirugía de cataratas implica revisar la siguiente logística con su profesional médico y su personal quirúrgico:
También es conveniente que un familiar o amigo le lleve a casa después de la operación.
El día de su operación de cataratas, llegará al centro quirúrgico ambulatorio o al hospital. En ese momento podrá rellenar algunos formularios, incluido el de consentimiento.
Al entrar en el quirófano, es posible que le den un ansiolítico para ayudarle a relajarse.
A continuación, su cirujano o su personal quirúrgico realizarán los siguientes pasos. La cirugía suele durar menos de una hora.
Inmediatamente después de la operación, su cirujano le hará un rápido examen del ojo y lo cubrirá con un protector ocular. A continuación, le llevarán a una sala de recuperación donde descansará entre 15 y 30 minutos.
Durante la recuperación inmediata de la cirugía de cataratas (es decir, las primeras 24 a 48 horas), es posible que sienta picor en los ojos y que estos aparezcan rojos. Otras molestias iniciales comunes son el dolor, la irritación, el ardor o el escozor. La visión también puede ser borrosa, lo cual es normal. El picor de ojos suele desaparecer en un par de días, mientras que la visión borrosa puede tardar hasta una semana.
Además de vigilar los síntomas durante la recuperación, también es importante seguir las instrucciones del cirujano, que incluirán:
Después de la operación de cataratas, su ojo tardará hasta ocho semanas en curarse por completo.
La gran mayoría (alrededor del 90%) de las personas tienen una mejora de la visión tras la operación de cataratas; no obstante, su visión no es perfecta.
Muchas personas siguen necesitando gafas o lentes de contacto después de la cirugía, normalmente para actividades específicas, como la lectura. La mayoría de los niños necesitan una de estas opciones después de la cirugía de cataratas para optimizar su desarrollo visual.
Por último, es importante mencionar que después de la cirugía de cataratas, deberá continuar con los exámenes oculares regulares para controlar las complicaciones posquirúrgicas y para su salud ocular en general.
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